Uniformados de la policía de Bogotá estuvieron durante toda la madrugada siguiendo la pista de una banda de ladrones, luego de conocerse un reporte que daba cuenta del robo de una tractomula cargada con licor por un valor de 1.000 millones de pesos.

El hecho dejó a los propietarios de la mercancía totalmente sorprendidos, pues el vehículo con 1.000 millones en licor fue sacado como por arte de magia de el lugar en el que se encontraba, lista para surtir la mercancía en locales de supermercados de cadena.

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Los dueños de la mercancía quedaron absortos tras comprobar la sustracción del enorme vehículo, que como si de un acto de magia se tratara, se esfumó ante la impotencia de quienes estaban a cargo.

Finalmente, el GPS marcó como punto final de destino el barrio Cundinamarca, en inmediaciones del centro de Bogotá, pero cuando la polPcía arribó a ese lugar, se encontraron solamente con el rastreador que había sido desmontado del vehículo.

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Este viernes las autoridades continuan con extensos operativos para dar con el vehículo y la mercancía.